El otro día me apetecía muchísimo comerme una pizza pero entre semana intento cuidarme. Pero descubrí que una cosa y la otra no están reñidas y preparé una pizza con base de coliflor buenísima. ¡Una pizza fit sin gluten!

Con un rallador rallé coliflor, la pase por la sartén y la puse en un bol. En este mismo bol mezclé claras de huevo, una cucharada de aceite de oliva y harina de almendras. Lo mezclé bien, añadí orégano, y cree una pasta que extendí a modo de masa.

La puse en el horno y cuando estaba doradita y tenía aspecto de pizza la saqué y le añadí tomate sin azúcares añadidos, una loncha de pavo bajo en sodio cortada en trocitos, pechuga de pollo y un poquito de mozzarella. También es una buena opción hacerla totalmente vegetal puesto que las claras de huevo de la masa ya te aportan la proteína necesaria.

Lo puse en el horno de nuevo y a esperar a mi pizza fit sin gluten… No os pongo tiempos de cocción porque cada horno es un mundo y seguro que el mío no necesita los mismos minutos que el vuestro. Antes de comérmela le añadí rúcula (¡me apasiona la rúcula!).

Aunque se tarda un ratillo en preparar la pizza fit sin gluten está buenísima y es ideal para cenar y no saltarse la dieta. Yo la acompañé de una cerveza sin gluten y sin alcohol, que aporta mucha fibra y tiene pocas calorías, y la combinación no podía ser mejor.